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Marketing Personal: ¿cómo crear un Currículum Vitae de impacto?

Seguramente has tenido acceso a mucha información sobre este tema, pero al igual que sucede con la tecnología, las claves para confeccionar un CV de impacto también sufren actualizaciones a lo largo del tiempo.


Antes de introducirnos de lleno en el diseño y contenidos que no pueden faltar, es importante detenerse en un paso previo y que tiene que ver con un aspecto fundamental que muchas veces olvidamos al momento de encarar un proceso de búsqueda laboral y es el de profundizar nuestro “Autoconocimiento”: saber cuáles son nuestras fortalezas, nuestros puntos a desarrollar y nuestras expectativas profesionales va a ayudarnos a lo largo de todo el camino de búsqueda, desde armar el CV con el enfoque de carrera al que aspiramos, hasta tener una mayor asertividad en las diversas entrevistas y evaluaciones. Porque no resulta lo mismo pensar el CV detallando únicamente nuestra experiencia técnica si lo que buscamos es desarrollarnos en una posición de liderazgo/gestión, y viceversa. Es por esto que recomiendo iniciar este camino tomándonos, previamente, un tiempo para clarificar nuestros “skills” y nuestra orientación laboral.

Ahora sí, teniendo presente lo antes dicho, podemos empezar a diagramar nuestro CV. Sabemos que hay datos e información que no pueden faltar, pero ¿qué es lo que lo hace más o menos atractivo? ¿cómo podemos destacarnos y generar un buen impacto en los selectores?


Es importante aclarar que, salvo excepciones, nadie descartará un CV por no contar con un buen diseño o no tener una extensión acorde, o incluso, porque se hayan omitido ciertos datos. Pero sí debemos recordar que el CV determina “la primera impresión”, por esto, vamos a repasar algunas claves para lograr una presentación exitosa:

  1. Tipo y nombre del archivo: lo ideal es presentarlo en formato de Acrobat Reader®, es decir, con extensión “.pdf”. De esta manera se protege el diseño original y se refuerza el concepto de que es un documento que sólo puede ser editado por el propietario. Respecto de su denominación, es importante que contenga el nombre de quien lo presenta y puede ir acompañado del año, como forma de identificar la versión actualizada (ejemplo: CV Juan Pérez 2021)
  • Diseño: la clave es centrarse en diseños que resulten visualmente atractivos y esto hace referencia a la disposición y orden en los que se coloca la información, a la tipografía y al color. Podemos ser “disruptivos” en ello, pero siempre teniendo presente que sea fácilmente legible. En materia de colores, no hay una regla definida, pero sí es importante que se mantenga una cierta coherencia, es decir, definir escalas de colores y nuevamente, utilizar aquellos que permitan una fácil lectura. Hoy en día existen numerosas plantillas disponibles para poder crear los CVs, no está mal seguir algún modelo para garantizar un buen diseño.
  • El CV y LinkedIn: recomiendo fuertemente subir el CV a dicha red, más aún si no la revisamos periódicamente. LinkedIn no brinda los datos de contacto de la persona (salvo que ésta acepte la solicitud de conexión y que hayan sido agregados) pero sí permite visualizar un CV cargado y así se agilizan los tiempos de contacto. Por lo tanto, y más aún si no somos usuarios frecuentes de la red, cargar el CV puede evitar que se pierdan oportunidades. En línea con esto, una vez que terminemos el CV, repliquemos los datos y foto en el profile de LinkedIn para que ambos estén alineados.
  • Contenido: voy a detenerme en varios puntos a considerar:
  • Título: aquí una duda habitual: ¿debo escribir “Currículum Vitae” o no es necesario? En este sentido, tampoco existe una regla definida, por lo que, si decidimos colocarlo u omitirlo, no influirá en la percepción final del mismo.
    • Brief profesional: incluir una breve reseña sobre nuestra profesión y experiencia permite al selector tener una primera aproximación sobre qué el perfil a analizar (ejemplo: Ingeniero Químico con tres años de experiencia en plantas de procesos continuos, en el área de ingeniería de procesos…)
    • Datos personales: nombre completo, fecha de nacimiento (no edad), CUIL (ya contiene el DNI) y lugar de residencia (no necesariamente la dirección completa, sólo la localidad y provincia pueden ser suficientes). El estado civil no es indispensable.
    • Datos de contacto: es sumamente importante revisar su exactitud. Un error puede hacer que los selectores no logren llegar a nosotros. Es aconsejable dejar dos números telefónicos de contacto, y el mail que se detalle debe ser aquel que utilicemos con frecuencia.
    • Fotografía: tampoco existe una regla que determine su obligatoriedad, pero en caso de que decidamos incorporarla al CV, es importante que cuidemos la imagen. Lo recomendable es mostrarnos en un plano donde sea visible el rostro, con la que estemos cómodos y que nos represente. Por favor, nunca utilicemos fotos estando junto a otras personas o en espacios/situaciones informales (¡recordemos que es el CV y no Instagram!)
    • Formación académica: muchas veces surge la duda si colocar o no los estudios secundarios cuando estamos cursando o hemos egresado de un nivel superior. No es un dato que esté de más, lo importante es mostrar un orden cronológico desde lo más actual a lo más antiguo, para identificar fácilmente el máximo nivel alcanzado.
    • Experiencia laboral: al igual que con los estudios, es importante respetar el orden cronológico inverso. Debemos detallar empresa, posición y fechas (puede ser en años o meses/años) y describir brevemente los aspectos más relevantes de la función en términos de principales responsabilidades. Si aún no contamos con experiencia laboral concreta y/o formal, podemos hacer referencia a alguna práctica profesional, pasantía o proyecto en el que hayamos participado.
    • Formación complementaria: aquí hacemos referencia a lo adquirido en materia de idiomas, herramientas informáticas, software específico, donde se debe detallar cada uno, indicando el nivel alcanzado (utilizando una escala de básico/intermedio/avanzado)
    • Habilidades “blandas”: en esta definición, nos ayudará el “Autoconocimiento” al que hacíamos mención anteriormente. Es importante destinar un espacio para listar tres o cuatro competencias que nos caractericen. Puede tratarse de la comunicación, capacidad analítica y organizativa, liderazgo, etc. Y podemos indicar con una especie de “ranking gráfico” el nivel de cada una de ellas.
    • Referencias: no es obligatorio incorporarlas, pero si decidimos hacerlo, pueden ser detalladas al final del CV, indicando nombre completo, posición, compañía y número telefónico (actualizado). Con dos o tres referentes es más que suficiente.
  • Extensión: muchas veces queremos demostrar en el CV todo lo que hemos aprendido y adquirido a lo largo de nuestra trayectoria. Pero actualmente, “menos es más”. Hoy genera un mejor impacto un CV acotado pero asertivo en cuanto a la información que muestra. La clave es plasmar, de forma concreta, cada uno de los contenidos descriptos en el punto 4., sin perder de vista el puesto deseado. Esto es clave: la posición a la que aspiramos determinará qué información es relevante y cuál debemos omitir para tener la oportunidad de alcanzarla. Para ampliar nuestro recorrido siempre estará la instancia de la entrevista.

De más está decir que el CV siempre debe contar con información fidedigna, tenemos que ser sinceros con lo que decimos que hemos alcanzado y actualizada, por lo que recomiendo que, más allá de no estar en búsqueda activa, hagamos revisiones periódicas para tenerlo listo ante cualquier oportunidad que se presente. Y por favor, no olvidemos prestar especial atención a la ortografía.

Por último, tener una versión del CV en inglés nunca está de más (aún cuando no tengamos un nivel avanzado en esta habilidad). Podemos pedir a un referente en la materia que nos ayude a confeccionarlo. Es importante ya que puede ser requerido por alguna corporación para ser compartido con colegas en el exterior y en ese caso, es mejor estar preparados.

En síntesis, las claves para lograr un CV de impacto no son más que generar un contenido interesante, fácil de leer y, sobre todo, acorde a lo que somos y a lo que queremos lograr.

Acerca de Romina Peralta

Es Licenciada en Relaciones del Trabajo de la Universidad de Buenos Aires y tiene un Posgrado en Capacitación y Desarrollo en la Universidad de Belgrano.

Cuenta con más de 18 años de experiencia en diversas posiciones de HR en compañías petroquímicas como Petrobras, Bunge y Carboclor, y también en consultoría. Hoy forma parte de la consultora Singulars como Executive Search Consultant.

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